Ya estamos a mediados de Mayo, y ya estamos todos los estudiantes aplicándonos y sacando horas hasta de debajo de las piedras para poder aprobar los exámenes. Toda la vida me he puesto nerviosa ante un examen pero creo que Medicina me ha hecho ser más ansiosa en ese sentido. Pienso que no voy a llegar y que no voy a ser capaz de superarlos, y alimento mi cerebro de pensamientos negativos. Como muchos pensaréis, e incluso yo misma lo pienso, esto es nefasto para lograr un correcto aprovechamiento del tiempo de estudio.
Sin embargo, desde los exámenes de Julio (sí, tuve que ir a recuperaciones) del año pasado he intentado cambiar esta actitud y mis propios amigos me han reconocido que este pasado Enero estuve muy muy tranquila. Sinceramente, es mejor estar tranquilo e ir estudiando con las emociones bajo control. En mi caso, la ansiedad es totalmente nefasta porque me bloqueo y no puedo avanzar. Por eso, ahora intento tomarme esta mala época de la mejor manera posible que uno se la puede tomar.
Pero, ¿cómo podemos afrontar los exámenes y no morir en el intento? Aquí van unos consejillos para todos esos estudiantes a los que los exámenes les llevan por la calle de la amargura.
1. Lo primero de todo es planificar con mucha antelación los exámenes. Echa un vistazo a qué días son los exámenes y a qué hora, cómo están distribuidos, qué grado de dificultad y extensión tiene cada asignatura, y cuántos días existen entre examen y examen.
2. El lugar de estudio ha de ser tranquilo, bien iluminado y ventilado.
Lo ideal es que la silla tenga el respaldo que permita tener la espalda
recta. La luz ha de ser la adecuada para no hacerse sombra mientras se
lee. Casa o biblioteca, a gustos.
3. Llega el momento de ponerse a estudiar. Esta parte es muy personal de
cada uno. En mi caso, voy estudiando un poco de cada asignatura para
así llegar al primer examen habiendo estudiado todos. Suelo dejar una
semana entera para repasar los primeros exámenes que tenga y un poquito
de los últimos. No obstante, hay personas que prefieren dedicar 5 días a
una asignatura seguidos, por ejemplo, y luego ponerse a tope con la
siguiente asignatura. La verdad es que cada uno sabe lo que más le
conviene y cómo aprovecha más el tiempo. El otro día leí que es recomendable empezar por los temas sencillos para así estimular la memoria a retener conocimientos. La verdad es que en muchos casos se prefiere empezar por los temas difíciles y cuando se está cansado ponerse con los fáciles.
4. ¿Cómo estudio? Existen muchos métodos de estudio experimentados por los estudiantes. En mi caso, intento llevar el estudio al día de lo que hemos visto en clase ese día. De este modo llegan las semanas previas de los exámenes y ya tengo todo (o casi todo) el temario subrayado. A partir de aquí me suelo hacer algún esquema o resumen. Hace tiempo me hacía resúmenes de todos los temas con toda la información que salía en los temas. Descubrí que esto solo me hacía perder tiempo porque luego me tenía que estudiar todo como de cero. Ahora hago algún esquema con la información esencial para que, de un solo vistazo, repase todos los conceptos. Suelo hacer doble o triple subrayado para así que la mente memorice las palabras clave. También hago listas. Y bueno, parece una tontería pero de toda la vida el repetir y repetir en la cabeza palabras ayuda a que la memoria realice su trabajo.
5. Haz descansos cada cierto tiempo. Respecto a este punto he leído de todo: descansos cada 40 minutos, cada hora y media... Mi opinión es que cuando veas que ya no te enteras de lo que estás leyendo, es mejor descansar 15 minutos, beber agua y comer algo.
6. Imprescindible dormir alrededor de 8 horas al día. Estamos realizando un gran esfuerzo físico y mental, y necesitamos descansar.
7. No nos olvidemos de comer bien y beber agua. El café y las bebidas estimulantes ayudan a no cabecear, pero cuidado porque deshidratan.
Y para todos los estudiantes que nos examinamos en unos días, muchísima, muchísima suerte :) Ya queda menos para verano.
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